El último acto de una guerra premeditada

El pasado de 24 noviembre arrancó la investigación oficial sobre la presencia inglesa en Irak durante 8 años, desde el verano del 2001, con su preparación, hasta julio del 2009, con el desarrollo de las operaciones y la postguerra. Esta investigación fue aprobada a instancias del primer ministro el dia 15 de junio del 2009, "para identificar las lecciones que pueden ser aprendidas del conflicto iraquí". Presidirá la comisión John Chilcot, antiguo asesor de los servicios de inteligencia y miembro de la camara privada del primer ministro.




El proceso de investigación será largo, no se tiene previsto terminar la primera fase de testificaciones hasta febrero del 2010. En la primera sesión se ha preguntado a ex altos cargos de los centros de espionaje y de asuntos exteriores del gobierno británico. Está en el calendario preguntar al ex embajador en Estados Unidos y ante la ONU para este viernes y no hay fecha aun para la compadecencia de Tony Blair y de Gordon Brown, aunque se especula con que no sea hasta enero del próximo año.



El interés que suscita entre la opinión pública la noticia de la apertura de la comisión es nulo, ya que flota en el ambiente la sensación de que, como en las anteriores comisiones, solo servirán para cerrar en falso un suceso en el que los propios integrantes de la investigación están vinculados con el gobierno, como miembros o como escritores. Ninguno ha destacado por haberse opuesto a la invasión, tanto antes como despues. Aquí un perfil de los componentes.

Preguntas y respuestas

Aunque la intención inicial es aportar algo de luz a lo que sucedió en ese periodo, las restricciones que ha tomado el gobierno son sorprendentes. Las interrogaciones serán en una sala pequeña, con 20 asientos para invitados y solo un asiento por medio que lo cubre. Aunque se ha habilitado una emisión streaming, la sensación de secretismo aumenta cuando se asegura que, a pesar de que las conclusiones se debatirán en el parlamento, a la opinión pública llegará un texto recortado por "el secreto de estado".


Las primeras noticias que han arrojado la investigación han sido reveladoras:En febrero del 2001 ya se conocía la intención de Estados Unidos de invadir Irak. A pesar de la insistencia de los llamados "halcones" de la política internacional estadounidense, no había enlaces entre Irak y el 11-s, y el gobierno de Tony Blair ya había decidido invadir Irak mientras pedía a Sadam Hussein que se plegara a las exigencias de la ONU.

El segundo dia ha aportado nuevas evidencias de que todo estaba calculado desde hace tiempo. En sus declaraciones, Sir Christopher Meyer, embajador de Reino Unido en Estados Unidos, confirmó que más de un año antes de la invasión ya estaba decidido el plan, que el ofrecimiento de Tony Blair a la guerra fue totalmente "gratuito", al no sacar ningún crédito de ello, nisiquiera en el conflicto entre israelíes y palestinos.

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